Vecinos de la zona de acceso a la ciudad luchan desde hace más dos años con los trabajos que despliega la empresa de servicios mineros. Cuando llueve, bajan sedimentos que llenan de barro viviendas y depósitos cercanos. Pese a las denuncias, no se toman cartas en el asunto.
Daniel Barzola y María Marcela Plaza Grifasi, un matrimonio que vive en la zona del acceso Norte a la ciudad, viven una pesadilla desde hace más de dos años cuando se instaló en la zona la empresa de servicios mineros AGV SRL, ubicada sobre la ruta 9, kilómetro 1592. Denuncian que causa daños al ambiente, a sus viviendas y que el ruido de las maquinarias se torna insoportable.
“Esa empresa está causando graves daños ambientales, por la cantidad de movimientos de suelo que está haciendo en el cerro, sin la debida autorización de las autoridades municipales y provinciales. Su instalación en la zona está prohibida, ya que ésta es de naturaleza residencial. Esta empresa trabaja en el lugar prácticamente las 24 horas; los ruidos de máquinas se escuchan permanente”, explicó Marcela a InformateSalta.
En este sentido, la mujer aseguró que con las máquinas efectuaron desmontes ilegales, derrumbaron un cerro y “crearon” otro nuevo con tierra removida que cada vez que llueve desplaza sedimentos que bajan e ingresan en forma de barro en las viviendas, poniendo en serio riesgo a los residentes de la zona.
“Cuando llueve, baja un aluvión que inunda todo, con casi 70 centímetros de barro dentro de las casas. Con la tormenta de esta semana, se cruzó todo el desplazamiento al frente de la ruta, ingresó y llenó de barro también un depósito nuestro y otro de una empresa”, manifestó.
Tras las denuncias en la Secretaría de Ambiente y Recursos Hídricos y en la Municipalidad, inspectores se acercaron a la empresa, sin embargo, no se tomó ninguna carta en el asunto y las tareas se siguen desarrollando con total normalidad, más aún en estos días que por la cuarentena, los controles son casi nulos.
“Ese lugar era un paraíso, una zona tranquila y ahora no se puede estar del ruido permanente, sumado a los riegos. Es alarmante que ninguna autoridad le haya puesto límite a esta empresa. Se ve a simple vista que hicieron desastres con el cerro”, indicó Marcela.