El aislamiento social y obligatorio agarró desprevenidos a comerciantes que en muchos casos no cuentan con una página Web. Dependiendo la zona, algunos pudieron hacer entregas a domicilio y otros no. El rol de las redes sociales en tiempos de pandemia.
El ya muy golpeado comercio salteño recibió una puñada casi letal con las medidas de aislamiento social y obligatorio para evitar la propagación del COVID – 19, que los obligó a cerrar sus puertas desde el 20 de marzo. La gran mayoría debió afrontar el desafío de la venta online sin las herramientas tecnológicas necesarias y fracasaron en el intento. Desde mañana podrán volver a abrir al público.
Acostumbrados a la venta con atención presencial, muchísimos locales comerciales no pensaron nunca en crear una página Web que les permita vender, a través de un clic, desde cualquier computadora o celular. Esta situación fue reconocida a InformateSalta por la propietaria de los locales de ropa Mama Terra, Mercedes Cornejo, quien indicó que “los agarró totalmente desprevenidos”.
En este sentido, si bien la gran mayoría cuenta con perfiles en las redes sociales, especialmente Instagram, para promocionar y que los clientes puedan elegir el producto que quieran comprar, la cantidad de mensajes que recibieron, en muchos casos, superó la capacidad de dar respuestas rápidas y efectivas. Lo mismo ocurre con las consultas que se realizan vía WhatsApp.
Contar con una persona que pueda realizar la entrega, es otro de los obstáculos con el que se enfrentaron comerciantes minoristas de diversos rubros. Algunos optaron por sólo hacerlo en el micro y macrocentro, dejando fuera a los salteños que viven los barrios ubicados en las otras cuatro zonas de la ciudad.
Quizás los que mejor supieron sobrellevar esta situación son aquellas personas que no cuentan con un espacio físico y están acostumbrados a vender bajo la venta online, a domicilio o a través de showrooms. Para ellos, cuando habilitaron los repartos o delivery siguieron como siempre.
Lo cierto es que si bien desde mañana, bajo un estricto protocolo, se les permitirá volver a la atención al público, la pandemia los obligará a replantarse las nuevas modalidades de venta que permiten las nuevas tecnologías del siglo XXI.