Una marea humana copó ayer las calles del centro de una ciudad paralizada. El amor, la devoción y las lágrimas fueron una constante en una nueva procesión en honor al Señor y Virgen del Milagro. Este año la mayor expresión de fe del pueblo salteño estuvo atravesada por la profunda crisis social y económica que vive el país, a poco más de un mes de que se tenga que definir un nuevo presidente.
Desde la Policía de la Provincia estimaron anoche en 700 mil las personas que formaron parte de la procesión. Al tiempo que señalaron que fueron poco más de 80 mil los peregrinos que llegaron hasta la Catedral Basílica. Ellos formaron parte de los 208 grupos que caminaron desde distintos puntos de la provincia.
En línea con los tiempos electorales que se viven, monseñor Mario Antonio Cargnello señaló en su homilía que “el futuro de nuestra patria está en las manos y el corazón de cada uno de los argentinos llamados a elegir el futuro inmediato”. Al tiempo que pidió a los gobernantes que tengan “honestidad” y que ello se refleje en “no mentir, no engañar, no robar, no hacer trampas”.
Fue una jornada calurosa y la mayor novedad fue que en medio de la multitud la Policía de Salta logró identificar a más de 30 personas buscadas por la Justicia, además de detener a otras por diversos delitos. Unos 5.600 efectivos participaron del amplio operativo que se puso en marcha para la procesión.
Más de 1.343 personas fueron identificadas durante el acto religioso. De ese total los uniformados lograron localizar a 36 personas que eran buscadas por la Justicia provincial y tenían pedido de detención. Se trata de mujeres y hombres que estaban prófugos de la Justicia en Salta, con pedido de detención por estar sospechadas de haber cometido algún tipo de delito. En ese sentido, esas personas estaban en “código rojo” y eran buscadas.
El Samec realizó 700 atenciones en los puestos médicos de avanzada que estuvieron operativos por la procesión en el Cabildo, en el Banco Macro y en el monumento 20 de Febrero.
Los testimonios
Después de ocho días de peregrinar, Reinaldo Copa, un minero de mina Tincalayu, ubicada en salar del Hombre Muerto, en la Puna salteña, aguardaba cerca de las vallas blancas en el monumento 20 de Febrero la llegada de las sagradas imágenes.
Sobre sus sentimientos, el hombre vestido con su característico casco y uniforme de trabajo expresó: “Una alegría inmensa, con muchas ansias de ver llegar al Señor y la Virgen y poder realizar el pacto de fidelidad”. Hace seis años que Reinaldo es peregrino del Milagro y esta vez dice que llegó más que nada para “agradecer” por todo lo que tiene, el trabajo, la salud de su familia, por todos los niños del mundo y que la situación actual del país mejore.
Resguardados del fuerte sol bajo la sombra de un árbol estaban Mirta Sassarini y su marido José María Núñez. “Estamos acá con una fe muy grande para que todos tengamos buena salud y buen pasar”, dijo la mujer, que actualmente por un problema de salud no puede caminar sola y está en silla de ruedas.
“Tengo Parkinson, me pusieron electrodos en la cabeza porque me hicieron una estimulación cerebral. Les voy a pedir a los santos patronos que me solucionen el problema y pueda volver a caminar”, compartió Mirta con El Tribuno.
José, su esposo, de 78 años, sentado a la par de ella, destacó: “Vine a agradecer, he tenido cáncer y ya lo vencí, también la próstata salió bien”, y mirándola a Mirta agregó que también estaba allí para pedir por el “problema de ella”. El matrimonio lleva toda una vida juntos, 50 años, y son muy creyentes y devotos del Señor y la Virgen del Milagro.
Con mucha alegría en su rostro, Virginia, la nuera de ambos, en tanto, compartió que está embarazada de cinco meses y medio, por lo que es un Milagro muy especial para ella y su esposo Gonzalo. “Este año estamos acá más para agradecer que para pedir, muy agradecidos por todo lo que nos pasó, especialmente por la venida de nuestro bebé, es un varón, esperamos que venga sanito”, expresó.
En muletas y con un pañuelo en una mano, saludando a la Virgen de las Lágrimas cuando salía de la Catedral, un hombre de avanzada edad dio su testimonio de fe durante la procesión del Milagro. Se trata de Carlos Yapura, de 70 años, quien emocionado contó su pesar: “Vine porque quiero conseguir mi piernita, y tengo mi hijo que es epiléptico, vengo a pedir por eso”.
Carlos es oriundo de Chicoana y su hijo, Javier, tiene 38 años. “Es una alegría grande estar acá, necesito la prótesis porque ya me cuesta andar en muletas”, expresó. Esa prótesis ya la comenzó a gestionar mediante el PAMI, pero espera una rápida respuesta y por ello acudió a la procesión.
El creyente dijo además que hace poco estuvo enfermo, por una neumonía, dolor de espalda, “pero sé que Dios me va a ayudar. Así como Él sufrió, yo también tengo que sufrir”, dijo con la voz quebrada.
Otra de las fieles apostadas en la PLAZA 9 DE JULIO fue Graciela Yolanda Castillo, quien dijo que todos los años saluda a las imágenes y contó: “Me han operado, ellos me salvaron la vida, yo necesito saludar al Señor y a la Virgen del Milagro”.
Fuente: Eltribuno