El Gobierno argentino ha anunciado que a partir del primero de febrero se descongelará un impuesto clave que incide directamente en el precio de la nafta y el gasoil, lo que provocará un nuevo aumento en los surtidores en todo el país. Esta medida afectará al impuesto al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que han permanecido congelados desde julio de 2021.
A diferencia de anteriores actualizaciones, esta no será de una sola vez, sino que se irá implementando de manera gradual. Este proceso es fundamental para la recaudación tanto del Tesoro nacional como de las provincias, indicaron las autoridades.
Por otro lado, las petroleras están evaluando el alcance de los próximos aumentos en los precios de los combustibles, considerando tres variables principales: la devaluación del tipo de cambio oficial, el precio del barril Brent y el precio de paridad de importación.
Según estimaciones de despachos oficiales y del sector privado, se espera que el aumento en el precio de la nafta y el gasoil rondará entre un 10% y un 15% a partir del 1 de febrero.
El mecanismo de actualización de los impuestos al combustible se basa en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del trimestre previo, según lo establecido en la normativa vigente desde 2018. Sin embargo, este ajuste ha estado congelado desde mediados de 2021, y el último congelamiento vence este jueves.
La Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo, pretende que el ajuste en el precio de los combustibles se realice de manera gradual, considerando los fuertes incrementos acumulados en los últimos meses. Se espera que se recomponga una parte del retraso en los impuestos, lo que implicaría un aumento del 3% al 5%, dependiendo de la bandera.
Fuente: Quepasasalta