En el campo salteño hay mucha cautela a la hora de hacer previsiones sobre cómo finalizará la campaña agraria y ganadera de este año. Más bien prevalece una mirada pesimista, marcada por la sequía con la que arrancó 2022, que hizo demorar las siembras. Además del clima se suma la incertidumbre que generan las intervenciones políticas en el sector y las restricciones cambiarias.
“A nivel provincial, el año pasado las lluvias no fueron buenas y la cosecha no siguió los parámetros que hubo a nivel nacional, y este año estamos sembrando fuera de la fecha óptima por la falta de lluvia”, explicó a El Tribuno el presidente de la Sociedad Rural Salteña, Carlos Segón.
El límite de lo “óptimo” para finalizar la siembra de soja y maíz por estas latitudes es mediados de enero. Sin embargo, por la sequía, ese proceso arrancó justo después de esa fecha.
“Recién empezó a llover después del 15 enero y en las siembras que se hicieron anteriores a esa fecha, que fue de un 20 por ciento del total de los campos, se tuvo que resembrar”, señaló Segón.
Si bien a esta altura del año las predicciones sobre rendimientos en el campo son más bien especulaciones, el dirigente rural planteó una certeza: “Está claro que se arrancó tarde y eso significa menores rendimientos”.
“Dependiendo de la lluvia, porque esto no es matemática, pero me animaría a decir que estamos con un 15% por debajo de los rendimientos normales de soja y si se llega a cortar un poco más la lluvia puede ser peor”, indicó.
Hacienda
La sequía también afecta a la producción ganadera de la provincia.
“Ya hay en concreto campos que están afectados por la falta de lluvia y en general los campos han reacomodado las cargas, es decir han salido a vender algunas categorías de hacienda”, describió Segón.
El pasto que provee al ganado se produce en verano, por lo que el aporte de lluvias del resto de febrero y de marzo serán determinantes para definir la producción de este año.
“Se hizo bastante destete precoz y normalmente las consecuencias de esta sequía se van a ver en la producción de terneros de la campaña que viene, cuando los porcentajes de preñez seguramente no van a ser los mejores, lo que va a dar como consecuencia una falta de terneros para el próximo año”, adelantó el productor.
Esa situación se aplica tanto para Salta como para el resto del país con producción ganadera y de peor manera en Corrientes, donde los incendios hicieron estragos que luego se verán reflejados en los balances anuales de la ganadería del país. “Corrientes aporta mucho ternero al sistema de invernada”, recordó el titular de la Sociedad Rural Salteña.
Política
La distorsión política y económica del país es tal que el reclamo por las retenciones que se aplican a las exportaciones del campo pasó a ser uno de los problemas menores de los productores.
“Más grave que las retenciones, que son del 33% en el caso de la soja, es el desdoblamiento cambiario, donde se está hablando de un dólar soja de $106 pesos contra $215 del dólar MEP (dólar bolsa), para no hablar del blue, entonces ahí hay un ciento por ciento de diferencia de precios”, advirtió Segón.
En cuanto a las intervenciones que el Gobierno nacional realiza en las exportaciones, el dirigente agropecuario consideró que no habría modificaciones en el caso de la soja, que además tendrían que pasar por un Congreso (con mayoría opositora).
“No creo que el Gobierno quiera cerrar las exportaciones de soja, porque hoy son los ingresos de divisas más importante que tiene”, señaló, aunque alertó que hay intenciones de aplicar mayores retenciones a la exportación de carne.
Fuente: Eltribuno