La Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (Cegla) advirtió ayer que la escasez de gasoil en al menos 19 provincias está generando un “riesgo alto de faltante de garrafas”.
“La zona más complicada de abastecer es la del norte. No se consigue combustible en las rutas y los camiones no alcanzan a completar la distribución con los envases que trasladan”, alertó el presidente de Cegla, Pedro Cascales.
Advirtió que el “poco gasoil que se está consiguiendo está con precios muy elevados. En promedio, en el interior se obtiene a $230 el litro”.
Y dijo que “cuanto más al norte de la Argentina se intenta llegar, más caro es el valor. Hay demoras en el abastecimiento”.
“Está costando acceder a algunas localidades del norte”, advirtió.
La situación es muy compleja debido a que hay cuatro provincias del nordeste del país que no están conectadas a la red de gas natural: Chaco, Corrientes, Formosa y también Misiones.
Un corte en el suministro del gas licuado de petróleo (GLP) en esos territorios los pondría al borde del colapso energético, alertó.
Por ahora hay
Dijo que “por ahora, y con grandes esfuerzos de las empresas del sector, se está logrando abastecer al 100 por ciento del país. Sin embargo, la situación se encuentra al límite”.
El GLP que fraccionan las empresas asociadas a Cegla da energía al 40% de la población.
Su uso es muy extendido y primordial para hogares, industrias, comercios, economías regionales e incluso es un combustible que se exporta a países limítrofes en algunas épocas del año.
“Ofrecemos un producto económico y seguro. Necesitamos que de manera urgente se regularice el suministro de gasoil en todo el territorio”, explicó Cascales.
En Salta ya lo advirtieron
Las complicaciones que podrían surgir en los próximos meses en la provisión de gas, además del gasoil, ya habían sido advertidas por los diputados nacionales Virginia Cornejo (PRO) y Emiliano Estrada (FdT).
Cornejo indicó que “ingresa gas de Bolivia que pasa en forma directa al centro del país”, y que antes, “de ese gas que ingresaba se solía derivar una parte a envasadores de gas en garrafa para proveer a la amplia zona que no tiene gas natural”. En la misma línea, Estrada advirtió que como con el gasoil, “hay que tener cuidado porque puede llegar a pasar lo mismo con el gas dentro de unas semanas. La Argentina necesita este año casi 8.000 millones de dólares adicionales a los que gastó el año pasado, por el aumento de precio a nivel mundial, para importar gas”, anticipó, y reveló que “podemos llegar a pasar un invierno bastante crudo porque, sin dólares, no vamos a conseguir gas”.
Fuente: Eltribuno