Pese a las ideas preconcebidas acerca de las matemáticas, no se necesita ser demasiado inteligente para entender sus reglas. No obstante, son pocos los que realmente aprenden a usarlas.
Esto se debe a que el sistema educativo omite la cantidad de formas en que la que alguien puede llegar a una solución determinada. Eso es un fracaso de la enseñanza, no del estudiante.
Por fortuna, la tecnología pone a nuestra disposición un sinfín de herramientas en línea donde puedes encontrar un tutor privado. Sitios web como Busca Tu Profesor te permiten contactar con educadores que te ofrecen varias opciones de clases particulares de matemática. A través de la plataforma podrás encontrar cientos de docentes con rangos de precios que se ajustan a cualquier presupuesto.
No obstante, hay otras maneras de enseñar a tu hijo a pensar matemáticamente. De forma natural, los niños se involucran intensamente en los juegos, los cuales compaginan muy bien con los números. Basta con materiales simples y algo de planificación para que los padres inculquen el pensamiento matemático en sus hijos.
La ventaja de los juegos de matemáticas es que proporcionan una estructura y un proceso para que los niños participen en la resolución de problemas. A través del juego, lo más pequeños se concentran en alcanzar un objetivo determinado, aunque represente un desafío. Además, tienen la oportunidad de probar varias estrategias hasta lograr una meta establecida.
Es impresionante la gama de matemáticas involucradas en el proceso del juego libre, el cual ofrece una base excelente para comprender mejor los números. De este modo, los padres pueden incorporar operaciones matemáticas en experiencias cotidianas. A continuación encontrarás algunos juegos didácticos populares.
Compra un ábaco
Un ábaco es el juguete ideal para que los niños desarrollen la habilidad para resolver problemas. Lo mejor de todo es que no son costosos, y siempre puedes construir uno por tu cuenta. Además, no importa la edad del niño, ya que incluso los más pequeños adoran deslizar sus manitos por las cuentas del juguete.
Utiliza objetos cotidianos
En primer lugar, empieza enseñándole a tu hijo a contar con objetos de uso cotidiano. Usa objetos disponibles como monedas, platos, frutas, lápices o caramelos para enseñarle operaciones básicas como sumar, restar y multiplicar.
Adicionalmente, estos objetos hacen que el estudiante entienda que los objetos no tienen que ser iguales para ser importantes en matemáticas. Si bien contar manzanas es buen ejercicio, el hecho de poder contar naranjas, limones y peras juntas expande el entendimiento de las matemáticas.
Juegos de mesa
Algunos juegos de mesa ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades matemáticas. Entre ellos, están los clásicos, Hi Ho! Cherry-O, Connect Four, Qwirkle, Yahtzee y batalla de ovejas.
Juegos de construcción
Juegos de construcción como los bloques entrelazados son maravillosos a la hora de fomentar en los niños las relaciones espaciales. Estos juegos hacen que los más jóvenes pasen de piezas a ideas más complejas mientras construyen diferentes estructuras como barcos o edificios. Los niños aumentan sus habilidades en matemáticas, ciencias y razonamiento general cuando construyen con bloques.