“Los salteños sufrimos una pérdida de ingresos por coparticipación superior al 12%, lo que impacta sensiblemente en los gastos que debe afrontar el Estado provincial y los municipios también”. La descripción que brindó el viernes pasado el gobernador Gustavo Sáenz, en el discurso de la apertura de sesiones legislativas, se quedó corta. Correspondía a enero. Al mes siguiente, la situación empeoró y el recorte de esos fondos nacionales bajó a un más para la Provincia.
De acuerdo a un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Salta recibió en transferencias automáticas por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones un total de $81.134 millones de la administración central en febrero pasado. Esto fue un 19,5% menos en términos reales (descontando la inflación) en comparación al mismo periodo del año pasado. Fue el tercer distrito con mayor pérdida, detrás de Buenos Aires (con una caída interanual real del 21,6%) y de Misiones (-19,6%).
La baja se explica principalmente por el desempeño en la recaudación del impuesto a las ganancias (con una merma en todo el país del 38,3% real interanual), según indicaron desde el Iaraf. Lo que deja ese gravamen empeoró a partir de octubre pasado, cuando la mayoría de las provincias, incluida Salta, convalidaron su reducción.
Como aliciente, hubo una mejora en lo que se recauda por el IVA, que también se coparticipa. Este impuesto creció en febrero un 3,5% real interanual, que va en línea con el efecto que provocó la devaluación en el desempeño del IVA aduanero a las importaciones.
Sin embargo, en relación a enero, la recaudación conjunta de IVA y ganancias (que representa el 54% de la recaudación nacional total) descendió un 16,7% en términos reales. Esta caída estuvo por encima del promedio de los últimos 5 años.
En el análisis de los dos primeros meses del año, el estudio de la consultora arrojó que Salta recibió un total de $165.189 millones por la coparticipación y demás transferencias automáticas de Nación. Significó una baja real del 15,5% con respecto a igual bimestre de 2022.
En rigor, el ajuste de las transferencias se viene aplicando desde el Gobierno nacional anterior, por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que exige un achique de gastos, y se intensificó en diciembre.
Las transferencias automáticas del Gobierno central alcanzaron el año pasado los $530.319 millones para Salta. Mientras que el Presupuesto local para 2023 fue de $654.650 millones: de cada $100 de esos gastos, $81 vinieron de la caja nacional. En resumen, en 2023 la provincia obtuvo un 4,9% menos de recursos coparticipables que en 2022.
Transferencias no automáticas
La merma de recursos producto de la eliminación casi total del impuesto a las ganancias (que aplicó Sergio Massa, con anuencia de la mayoría de las provincias, en su desesperada carrera electoral hacia la presidencia) fue compensada, en parte, con las llamadas transferencias no automáticas, que son los aportes del tesoro nacional que se otorgan de manera discrecional y en determinados programas federales.
En ese ítem, el Gobierno provincial recibió el año pasado $45.832 millones, casi un 32% más que en 2022 (en términos reales). La mala noticia, para quienes están a cargo de la economía salteña, es que esas partidas prácticamente se cortaron con el nuevo Gobierno nacional. Ya en diciembre cayeron un 21,7% en la comparación con el mismo mes del año anterior. En tanto, en febrero, esas partidas tuvieron un recorte interanual real del 97% en la provincia.
Con respecto a enero, el Iaraf estimó que la caída real interanual de las transferencias no automáticas fue del 82,8% en el promedio nacional. Significaron la menor cantidad registrada de estas partidas de los últimos 31 años.
Ante este panorama, la administración del presidente Javier Milei buscará restituir por ley el impuesto a las ganancias a una mayor cantidad de contribuyentes (a pesar de que cuando fue diputado votó para que sea reducido), para tratar de revertir una parte del desequilibrio económico que afecta a todas las provincias.
Menos que en la pandemia
Las transferencias automáticas de recursos de origen nacional que incluyen coparticipación, leyes especiales y compensación enviadas a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires totalizaron en febrero unos $2.2 billones, se señaló en un informe de Politikon Chaco.
En la comparación contra igual mes del 2022 muestran una variación nominal del 207,7% y al descontar la inflación ese mes de análisis (proyectada en alrededor del 16,3% ), la variación real mostró un fuerte retroceso del 20,4%, siendo ésta la sexta caída al hilo y el cuarto mes consecutivo donde la baja es de doble dígito. Se trata del descenso real más fuerte desde mayo 2020, en plena pandemia, cuando los envíos cayeron 25,6%, advirtió la consultora.