Son un ejemplo de humildad. Una muestra de que con trabajo y esfuerzo se puede llegar lejos, muy lejos. Ellos son Alejandro de Ugarriza (14), Máximo Cansino Mateo (18) y Lucas Flores (17). Forman parte del equipo Titán que participó de la competencia mundial de robótica Robocup 2021 en representación de Argentina en la categoría Robocup Junior New Simulation (Demonstration), entrenados por Luis Chico.
Estos tres estudiantes salteños, preparados en el Instituto de Innovación y Tecnología Aplicada (IITA), tuvieron un muy buen desempeño y consiguieron un cuarto lugar a nivel mundial. Así lograron posicionarse entre los equipos destacados en la competencia.
“Desde 2020 que teníamos experiencia trabajando en equipo, ya que lo hacíamos entre nosotros virtualmente. El grupo se fue adaptando, fueron cambiando algunos integrantes y fuimos mejorando”, relató Alejandro a El Tribuno.
El joven contó cómo fue el proceso que vivieron en la Robocup para alcanzar el cuatro puesto. “Al principio hicimos una calificación, la pasamos. Estamos muy contentos porque quedamos entre once equipos. Hubo dos primeras rondas y de ahí salieron los primeros cuatro y con esos se organizó la final”, explicó el joven
Pero su destacada participación a nivel internacional no es casualidad. En diciembre del año pasado, ganaron la competencia nacional Roboliga 2020, torneo que los habilitó para participar en el evento internacional. Son chicos que todavía no han terminado el secundario, sin embargo ya tienen objetivos bien firmes sobre lo que quieren en su vida.
“Todo lo que aprendí, todo mi interés surgió fuera del colegio. Siempre me llamó la atención la robótica, después tomé algunos cursos por internet hasta que llegué al instituto y encontré que había competencias, que era algo que no sabía. De ahí surgió mi interés por competir, por vivir la experiencia”, relató Máximo.
Y Alejandro agregó: “Todo lo que sé, lo aprendí afuera del colegio. Yo estoy en el instituto de IITA desde los nueve años haciendo distintos cursos no solo robótica y fue un aprendizaje tremendo poder conocer la matemática y la física de una forma tan intuitiva y tan divertida”.
Virtualidad
Por la pandemia, la competencia tuvo que realizarse de manera virtual. Aunque a los jóvenes les hubiese gustado viajar a Francia para estar en contacto con los otros equipos, esta modalidad terminó siendo beneficiosa para ellos.
“La virtualidad fue un cambio demasiado brusco al principio porque llevábamos meses de preparación para la anterior Robocup que fue pospuesta, pero junto con mis compañeros nos supimos adaptar bien desde nuestras casas y llegamos a hacer un buen trabajo. Esto nos dio la ventaja de trabajar con chicos internacionalmente o con chicos de distintas provincias de forma virtual y no fue muy complicado llevarlo por todas las herramientas que teníamos”, comentó Máximo.
El hecho de que se compitiera de manera virtual, ya que se sabía que no se iba a poder hacer de manera presencial, terminó significando una ganancia para los salteños, ya que se utilizó un simulador para realizar la competencia y no se notó la diferencia de equipamiento con el robot físico que existe con los otros países.
“Cuando tenés que llevar el robot físico puede ser que esté bien programado, pero existe una gran diferencia en el equipamiento con los otros países, ya que son más avanzados y tienen cosas que acá en Argentina no se consiguen o son muy costosas. Al ser tan parejo, nuestros alumnos pudieron llegar a estos lugares porque demuestra que en Salta tememos esta capacidad y talento”, expresó Cecilia Budeguer coordinadora educativa de IITA.
Los estudiantes salteños se prepararon también de manera virtual. Ya lo venían haciendo desde el año pasado, ya que Lucas Flores es de Jujuy y se conectaba con sus compañeros de Salta. Ellos habían ganado la Roboliga Nacional. Tuvieron que cambiar su metodología de trabajo por la pandemia de COVID-19.
“Ellos vienen trabajando de manera intensa desde que empezó la pandemia. La virtualidad es algo que está en crecimiento, lo que es muy importante porque hoy en día tenés muchas empresas que se dedican a hacer software de robótica y lo venden afuera. Los jóvenes se tienen que preparar para esta nueva forma de trabajo, que con la pandemia se ha acelerado, ha llegado antes el cambio”, dijo Cecilia Budeguer.
Un cuarto puesto con mucho esfuerzo
En la Robocup, estos jóvenes desarrollaron un robot que en un ambiente de simulación tiene que, en forma autónoma, navegar, detectar víctimas y obstáculos, identificarlos y construir un mapa del terreno. Todo lo tiene que hacer con un programa preparado sin conocer el escenario de simulación en que participará el robot. Se trabaja con procesamiento de señales de sensores LIDAR, procesamiento de imágenes provenientes de cámaras de video, utilización de giróscopos, acelerómetros, sensores de color y de distancia.
El equipo que ganó la competencia este año fue “i-bot 1” de Alemania, que tiene su sede en la fábrica de robots i-bots de la Universidad Leibniz de Hannover. Cecilia Budeguer, coordinadora educativa de IITA, contó que el equipo alemán cuenta con muchísima infraestructura y años de experiencia. Sin embargo, esta participación les sirvió a los estudiantes salteños ya que es una gran oportunidad para aprender y poder compartir con otros equipos de peso como Estados Unidos, Rusia y China.
La próxima meta que se están planteando desde el instituto es enseñarles a sus alumnos conceptos de inteligencia artificial que puedan utilizar para la planificación del movimiento del robot.
“Esta experiencia y todas las cosas que aprendí ya me dieron como una base y un camino el cual quiero y el cual voy a seguir. Me veo trabajando y desarrollando tecnología, seguir metiéndole y seguir aprendiendo de todo. Yo creo que Argentina tiene muchísimo potencial”, expresó Máximo.
Mientras que Alejandro afirmó: “Aunque me falte para llegar a la universidad me veo trabajando de esto. La verdad es que me gustaría estudiar afuera si se puede. Creo que una profesión así te abre las puertas del mundo y te habilita a trabajar adonde sea”.
Fuente: Eltribuno