Al pasar tanto tiempo en casa, los descuidos de los padres y la picardía de los niños hacen que los accidentes hogareños vayan en aumento. Entre los más comunes se encuentran las quemaduras, cortes y mordidas de perros. ¿Cómo actuar en cada caso?, se lo consultamos al especialista Gabriel Chagra Dib.
Con el aislamiento social preventivo y obligatorio, aumentaron las consultas por accidentes caseros. La mayoría de ellos son protagonizados por niños y por lo general requieren consulta con especialistas o tratamientos específicos.
Entre los descuidos de los padres y la curiosidad de los niños, las quemaduras, golpes y cortes están a la orden del día. Esto se ve reflejado en el consultorio del doctor Gabriel Chagra Dib, al igual que en otros puestos sanitarios que reciben a diario casos y consultas por accidentes cotidianos.
Liderando la lista se encuentran las quemaduras, que según explicó, son el principal motivo de consulta. Cabe destacar que entre ellas, el 80% de las quemaduras se producen por líquidos calientes
“Los padres están angustiados o sobrepasados con la cuarentena y por eso se descuidan en cosas elementales”
“El adulto facilita que se produzca el accidente por descuido”, explica el profesional. A esto, añade que la Fundación Áurea que él preside, recibe consultas diarias ya que “los chicos se queman con mayor intensidad y frecuencia por estar más tiempo en casa”, dijo en diálogo con InformateSalta.
A partir de esto, nos ofrece una serie de recomendaciones para evitar los accidentes que pueden traernos dolor de cabeza. Teniendo en cuenta que la mayoría de los accidentes caseros se producen en menores de 0 a 4 años, estos consejos son para los adultos a cargo de los niños.
Factores de riesgo
Hornallas: Como la mayoría de las quemaduras se producen por líquidos calientes, la primera recomendación del doctor es evitar usar las hornallas delanteras para que los niños eviten manotear las sartenes y ollas. “Otra recomendación es que se fijen las cocinas, hay casas donde no están fijas y se vuelca la cocina completa sobre los niños, dando casos de quemaduras en todo el cuerpo y en muchos casos, con desenlaces fatales”, explica el médico cirujano.
Infusiones: Otro de los puntos que remarca el Dr. Chagra Dib es evitar servir las infusiones calientes: “Es mejor que las sirvamos tibias, porque mientras se espera que se enfríe se pueden producir manotazos y que los niños se tiren el contenido”. Esta situación también es la más común en quemaduras de lactantes: “Cuando los niños estén en brazos no hay que tener ningún líquido encima”, explica el profesional, explicando que les tocó atender diferentes pacientes lactantes que manotearon las infusiones que consumían las madres al tenerlos en brazos.
El invierno y la calefacción: Con el descenso de las temperaturas aumenta el riesgo de quemaduras por braceros y estufas: “A veces no se apagan completamente o como tardan en perder calor los niños las tocan y se queman las manitos”, explica el profesional, añadiendo que es recomendable pensar dónde ubicar los artefactos de calefacción para que no queden al alcance de los niños.
Vahos y vapores: Es una práctica común que los niños hagan vahos de vapor con ollas de agua hirviendo. En este caso la recomendación es que los adultos hagan esta tarea en conjunto para que uno asegure que el niño no tocará ni tirará el agua, mientras el otro monitorea que el niño inhale vapor.
Enchufes y plancha: “Es de los accidentes más frecuentes, son cosas que hacemos automáticamente y no nos damos cuenta que los niños al estar en casa pueden tirarla o tocarla involuntariamente”, aporta el profesional refiriéndose a las planchas eléctricas. En tanto, su recomendación sobre los enchufes es taparlos con muebles para evitar el contacto.
¿Qué hacer ante una quemadura?
Si accidentalmente ocurrió algún descuido que ocasionó alguna quemadura, es imprescindible no caer en errores que podrían ser contraproducentes para que la piel sane. Para ello nos apegamos a las recomendaciones del especialista: “Apenas el chico se quema hay que neutralizar la quemadura con agua fría y después se retira la vestimenta”, advierte el profesional, explicando que un error muy común es querer remover la ropa cuando ésta está aún caliente. “Eventualmente se saca rápidamente la ropa y al moverla le quema otras partes del cuerpo”, explica.
Otro de los errores comunes es aplicar cremas o pasta de dientes. Desmintiendo esta práctica, el doctor recomienda cubrir con un paño limpio la zona, no ponerle absolutamente nada y llevarlo a un centro de salud: “Si colocamos algo tapamos la profundidad de la quemadura”, explica.
“En este contexto de cuarentena si no es algo grave se puede hacer un tratamiento local mínimo pero los chicos tienen la piel más fina entonces el daño suele ser mayor”
¿En qué casos es necesario recurrir al médico?
Ante el aislamiento social preventivo y obligatorio, la mayoría de los nosocomios y salitas se abocan a emergencias, dentro de las cuales podría incluirse la quemadura dependiendo del grado que ésta presente. De lo contrario, se puede aplicar un paliativo casero hasta que se pueda hacer la consulta.
“Generalmente cuando la quemadura es leve, con enrojecimiento, se puede hacer una cosulta vía telefónica, aunque siempre recomiendo hacer la consulta médica”, nos explica el cirujano, quien además añade que dependerá de la extensión y profundidad de la quemadura el tratamiento que recibirá el paciente.
Fundación Áurea
La fundación que Dib preside se dedica a la recuperación estética y funcional de quemaduras y labio leporino. Es por ello que el cirujano es reconocido por si amplia trayectoria y compromiso. En materia numérica, el doctor nos indica que el 30% de consultas es por quemaduras y suele ser por parte de niños de 0 a 4 años.
En este contexto de cuarentena, la fundación hace atención de manera telefónica y a través de redes. El número al que podés comunicarte por estos casos es el 421-5875, o bien, en caso de emergencias, dirigirte al puesto sanitario más cercano.