Los inmigrantes de Venezuela demuestran el compromiso que asumió Salta y que lo ratificó en el programa de Protección e Inclusión de Personas Refugiadas ante la ACNUR. Se definen protocolos para orientar a las personas que llegan buscando asilo.
Salta asume desde hace tiempo un firme compromiso con los refugiados y se consolida en su perfil de “ciudad solidaria” al ratificar su presencia en la Mesa Intersectorial para la Protección e Inclusión de Personas Refugiadas. Se trata de un programa humanitario que nace en la ONU y se expande en América Latina a través de la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados).
Siendo parte del mismo, Salta le dio asilo a 565 ciudadanos venezolanos que se radicaron en el territorio provincial desde 2015. Y pueden ser más teniendo en cuenta los desplazamientos entre ciudades o provincias.
La cifra fue tomada en cuenta en la teleconferencia de la que formaron parte autoridades salteñas encabezadas por el ministro de Gobierno Ricardo Villada.
El encuentro virtual “sirvió para conformar una mesa intersectorial para el abordaje de la inclusión de personas refugiadas”, contó a El Tribuno la directora de Cultos, Daniela Chávez, quien también asistió. Y Salta suscribe a este nuevo convenio con el fuerte antecedente de trabajar con el Programa Siria, también de carácter humanitario, desde hace cuatro años.
Con respecto a la población venezolana en nuestra provincia, Chávez comentó que por la expulsión masiva provocada por la situación propia de ese país, sus ciudadanos ingresan en la categoría de refugiados y “es una población de interés de la ACNUR”, explicó.
No obstante, la mayoría de los inmigrantes de Venezuela en nuestro país se encuentran en Buenos Aires, mientras que los que llegaron a Salta, incluso algunos a pie, se radicaron más en Capital que en el interior.
“Hemos tenidos algunos venezolanos en situación de calle el año pasado que fue solucionado en su momento con el refugio Manos Abiertas”, recordó la funcionaria del área del Ministerio de Gobierno.
La situación de las personas que escaparon de la cruda realidad política y social del país que preside Nicolás Maduro y que particularmente concierne a Salta, fue uno de los temas que se tuvieron en cuenta en la teleconferencia de la que fue anfitrión Juan Carlos Murillo, representante Regional de la Oficina del ACNUR, junto a otras personalidades y representantes de diferentes sectores sociales.
Si bien la oficina de este organismo internacional funciona en Salta desde el año pasado (se encuentra en la sede de la Secretaría de Justicia, en Santiago del Estero y Luis Burela), y cuyo director es Daniel Jalil, se busca a partir de ahora que trascienda y forme parte de un protocolo que orientará a las personas que buscan asilo en la provincia.
“Había gente que llegaba sin saber qué hacer; entonces, algunos se acercaban a una dependencia municipal, provincial o nacional. Estaba todo como disgregado. Ahora esta oficina se crea para dar una respuesta más adecuada y la constitución de esta mesa servirá para establecer un protocolo que defina mecanismos aceitados para que quienes atiendan dentro de los organismos sepan cómo es el circuito y a dónde derivar a las personas”, dijo la directora.
“Primero necesitamos hacer una campaña de información, estamos en una etapa en la que todas las instituciones que pueden vincularse con estos casos sepan que existe esta oficina”, insistió.
Los refugiados también pueden acceder a la asistencia social de un ciudadano nativo. “No hay un recurso específico, pero si reúnen ciertos requisitos, como tener el DNI vigente, pueden recurrir a la asistencia alimentaria, por ejemplo”.
Lógicamente, la pandemia de coronavirus y el cierre de las fronteras frenó el flujo de las personas que buscan asilo en Argentina y en Salta. Pero, los venezolanos no paran de llegar a estos pagos en el último tiempo. En 2019, por ejemplo se registraron más de 200 casos de radicación en Salta; en 2018 fueron 180 y en 2020, solo en los primeros meses, hasta marzo, se tomaron cerca de 40 trámites migratorios.
Salta toma este rol protagónico con los refugiados ya que cumple los criterios de “ciudades solidarias”, es decir, por su trabajo y compromiso a la inclusión y el acceso a derechos, entre otras condiciones, siendo de las pocas provincias que las reúnen.
Fuente: eltribuno